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miércoles, 19 de junio de 2013

Amarrado a ti Capítulo 77

Quiero enseñaros una cosa primero, antes de que leáis el capítulo :D
Me han aceptado como socia en El Club de las Escritoras y me han hecho una entrada de bienvenida, ¡¡algo así como promocionándome!! Estoy taaaaan feliz :D Os dejo la dirección por si os queréis pasar: (aquí)
¡Ah! Por cierto, la lista de los capítulos está en la pestaña de arriba, para que podáis seguir mejor los capítulos :D
¡Feliz veranooo!


-La madera se ha podrido- nos acercamos y ésta se rompe al tocarla con los dedos.
-Por el paso del tiempo- sabemos que no sólo estamos hablando de la barca, sino también de nuestra relación.
-Es una pena, me hubiese gustado subirme otra vez- nos sentamos en el suelo, al lado de los restos.
-Estuvo bien mientras duró- sonrío al recordar tiempos pasados.
-Te echaba de menos- Laia posa su mano sobre la mía y siento un pinchazo en el pecho al escuchar sus palabras.
-Yo también, enana- rodeo sus hombros y la acerco a mí. 
-Te recuerdo que soy mayor que tú- mira al frente.
-Sí, pero no de mentalidad.
-¿Algún día dejarás de insultarme?
-Hacía tiempo ya que no te veía, has estado dos años sin mis insultos cariñosos, ¡déjame disfrutar!- río, levantándome de su lado para no caer en la tentación de volver al pasado.
-Sólo por un tiempo, hasta que me vaya- corre tras de mí hasta ponerse de nuevo a mi lado.
-¿Y eso cuándo será?
-El viernes de la otra semana, o sea, dentro de dos semanas- mira al mar y su mirada se pierde en él.
-¿Y cuándo volverás?- insisto.
-No lo sé, quizá dentro de un tiempo, quién sabe- resopla.
-Sabes que odio las despedidas, ¿verdad?
-Sí, lo sé, la última vez no apareciste en el aeropuerto- coloca un mechón de su pelo detrás de la oreja.
-Lo siento, no pude.
-Mejor dicho, no quisiste- reprocha.
-Sí- asiento-, y lo siento- hago una pausa-. Creía que ya estaba olvidado.
-Y lo está, sólo te lo he recordado- sonríe-, para que esta vez no hagas lo mismo. 
-Ya verás cómo no te fallo.
-No prometas nada, Pablo.
-Sólo prometo cuando estoy seguro de ello.
-¿Y lo estás?
-No, no te he prometido nada.
-¡Capullo! Más te vale estar ese día si no quieres que te corte el cuello la próxima vez que nos veamos- me da un golpe en el bíceps y suelta una carcajada de indignación a la vez.
-¡Qué violenta! ¡Qué poco me quieres!- suelto.
-Ya ves, te odio- sonríe de oreja a oreja, demasiado cerca de mí.
-Bueno, ‘odiadora’, será mejor que volvamos, que he quedado a las siete y ya son casi las seis- me pongo las bambas.
-Oh, vale, señor ocupado- se muerde la lengua y camina hacia el coche.
-Cállate o te dejo en tierra- la sigo.
-Más te salvarás- ríe, esperándome.
-¿Te apuestas algo?- la amenazo.
-Si me dejas aquí sola, peor para ti, deberás venir a buscarme luego- se cruza de brazos con cara de niña mimada.
-Anda, sube al coche- vuelvo a sentir algo muy fuerte por ella e intento pensar con claridad.
Espero a que entre y suspiro, abriendo mi puerta y dejándome caer en el asiento. 
-¿Adónde te llevo? ¿Te quedas en mi casa?
-Eh, sí, voy a dormir un rato- sonríe.
Arranco el coche y acelero por esa pequeña carretera desierta perdida en la nada.

En un hospital en Milán (Darío)
 
Pregunto en información por la hermana de Giulia, pero todavía no está registrada, eso sólo puede significar una cosa, que está en la zona de urgencias. Camino ligero por los pasillos hasta llegar a las escaleras y veo un cartel indicando la parte de urgencias. Llego a una gran sala de espera, con algunas personas sentadas y al fondo está ella con su madre y un chico. Ah, sí, y también hay una chica más o menos de la edad de Mara. 
-Giulia- la llamo una vez que estoy casi a su lado y ella se voltea rápidamente.
-Oh, por dios, gracias por venir- me abraza y la sostengo en mis brazos sin saber bien qué hacer. 
-¿Qué ha pasado? ¿No has hablado hoy con ella?- intento saber qué ha ocurrido.
-Sí, pero ha ocurrido después, he estado hablando con ella y luego se ha ido y ha sido cuando ha tenido el accidente- traga saliva, angustiada-. Por lo que me han dicho, ella- señala a la otra chica- estaba cruzando la carretera y un coche pasó y para que no le diera, mi hermana fue corriendo y la apartó, pero el coche le dio a Mara.
-Joder… ¿Y sabéis cómo está?- observo a los demás.

6 comentarios:

  1. Ha fallecido mi abuela... Pero bueno.
    Gracias por preocuparte sin conocerme un beso enorme.

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  2. Me acabo de pasar por el blog del club de escritoras... MUCHS FELICIDADES POR HABER ENTRADO!!! :) Me encantó este capitulo como todos los anteriores :D

    Un beso y de nuevo mucha felicidades

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    Respuestas
    1. ¡Mil gracias Claudiettha! ¡Un beso muy muy muuuy grande! <3

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  3. Madre mia 77 capitulos ya. Bueno yo no sigo esta saga y supongo que lo sabes, asi que te dire que la entrada anterior (que es la que me he leido pero como seguramente miraras estos comentarios y no los otros te lo dejo aqui) es increible, me encanta, sigue asi ;)
    Se te quiere y esas cosas

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    Respuestas
    1. Jajaja lo sé, es una burrada, son muchos, te entiendo jaja
      Tú sí que eres increíble, muchas gracias :)
      ¡Un beso muy muy muuuy grande! <3

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