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martes, 2 de abril de 2013

Amarrado a ti Capítulo 66

Amarrado a ti Capítulo 65 (capítulo anterior)


-Ya voy yo- suspira, incorporándose y yendo hacia la puerta. Buf, no tengo ganas de hablar con nadie, no quiero ver a nadie…
-Dudo que quiera hablar contigo- le dice Giulia a la persona que acaba de llegar-. Mara- aparece por la puerta-, es…
-Yo. Mara, necesito hablar contigo- el corazón me da un vuelco y siento cómo se para.
-No, no creo que sea el momento- susurro, observando esos grandes ojos verdes.
-Por favor- se acerca a mí. 
-Está bien… vamos- me levanto y voy hacia mi habitación, seguida de él, para tener más intimidad.
-Mara, ¿te lo has pensado ya?- me mira apoyado en la pared.
Realmente no sé qué contestar. ¿Es el momento de contarle lo que ha ocurrido? ¡Es que no quiero perderle! Pero es lo más correcto y justo.
-Verás- bajo la mirada y pensando bien lo que le voy a decir-. Debo contarte algo.
-Está bien, pero déjame decirte una cosa antes.
-Dime- le miro a los ojos, expectante.
-Te quiero.
No tengo tiempo a reaccionar, Carlo se acerca desesperadamente y sujeta mis pómulos con sus manos con delicadeza, a la vez que siento la calidez de sus labios sobre los míos, como un imán, imposible de separar. Me aferro a su cuello, sabiendo que éste será el último beso antes de que sepa toda la verdad. Pero no puedo saborearlo, mi conciencia no me deja disfrutar de este pequeño regalo que no merezco.
-Lo siento- me aparto de él, evitando el contacto con su cuerpo -. Ayer estuve con un chico- suelto en un suspiro.
El tiempo se detiene, su mandíbula se tensa a medida que asimila mis palabras y clava sus ojos esmeraldas en los míos, buscando una razón en mí que le explique por qué he hecho esto.
-Fue mi hermano, ¿verdad?- me sorprende su reacción y me quedo paralizada-. Mara, dime si fue él- no sé qué contestar.
Aparto mi mirada de la suya, mordiéndome el labio para no llorar, pero es inevitable. Siento cómo mi corazón de encoge.
-Joder, Mara, ¿por qué con mi hermano? Hostia puta, te quiero, pero esto puede conmigo.
No sé qué decir, no puedo negárselo, es la verdad y no quiero mentirle, pero le quiero.
-Carlo, lo siento, te quiero, pero la he cagado, lo siento- intento cogerle la mano, pero se aparta bruscamente, negando con la cabeza. 
-Buena suerte en la vida- escupe esas palabras con rabia, dando un golpe en la puerta de la habitación y desapareciendo.
-¡Carlo!- grito desesperada y me dejo caer en la cama. Al poco tiempo escucho la puerta de casa cerrarse. Grito enfadada, lanzando un cojín contra la pared, sin dejar de llorar. 
-Mara- se asoma una melena castaña por el marco de la puerta y se deja ver entrando a la habitación. 
-La he cagado, Giulia- me hundo en su pecho, intentando consolarme de algún modo, pero es imposible.
-No, has hecho bien en decírselo- me abraza en silencio.


A quilómetros de allí (Aroa)
 
Sonrío inexplicablemente al recordar lo que ha ocurrido hace unas horas. Es el primer pensamiento que he tenido al levantarme. Me revuelvo entre las sábanas, recordando el tacto de su piel y lo que podría haber pasado. Ahogo un chillido de alegría en la almohada, intentando que mi madre no me oiga y río en silencio. 
¿Cómo es posible que me haga sentir tan bien? No encuentro respuestas, es él, ¡él es el motivo de mi sonrisa! Necesito verle, sentirle cerca de nuevo, besarle. Siento un cosquilleo por todo el estómago y sonrío aún más.
-Aroa, ¿estás despierta?- se asoma mi madre.
-Sí, ¿por qué?
-Es que te he escuchado reír, pensaba que estabas soñando.
-Ah, no, no- río, levantándome de la cama. 
-Aroa- susurra, sentándose en mi cama.
-Dime- me acerco al espejo y me hago una coleta desaliñada.
-Verás, ayer vino a casa la madre de Darío.
Escucho atenta esas últimas palabras, preguntándome qué quiere decir con eso. Me giro bruscamente y la observo, seria, esperando que siga hablando.  
-Me dijo que Darío no va a venir estas navidades.

2 comentarios:

  1. Ey! lo dicho, yo estas entradas no las puedo comentar porque es una historia y ya va por el capitulo 66, pero si puedo decir la anterior entrada, que me encanta. Y creo que pega la foto de 3 metros sobre el cielo.
    Se te quiere y esas cosas

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    Respuestas
    1. Jo, me alegro que te guste :)
      ¡Muchísimas gracias Leo!
      A ti también se te quiere y esas cosas jajaj <3

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