Traducir

lunes, 20 de agosto de 2012

Amarrado a ti Capítulo 35




Junio, unos meses atrás (Mara)
 
Estoy nerviosa. Dentro de un cuarto de hora hemos quedado Carlo, Carolina y mucha más gente. A muchos no los conozco, pero seguro que son majos, son amigos de Carlo. Tengo ganas de verle, aunque no pueda besarle, espero que nos podamos escapar en algún momento para poder pasar un rato con él a solas. Vamos a ir a una casita de la montaña de los padres de Carlo. La verdad es que promete. Suena el timbre.
-¡Mara! ¡Carolina ha venido a buscarte!- grita mi madre desde el recibidor.
-¡Voy!- cojo la mochila y salgo de la habitación-¡Hola Carolina!- le doy un abrazo, sonriendo.
-¿Vamos? Hemos quedado todos en Piazzale Loreto, que nos recogerá el padre de Carlo con el todoterreno.- asiento.
Salimos por la puerta, despidiéndonos de mi madre y bajamos las escaleras hasta llegar a la calle.
-¡Oh, Mara! Estoy muy nerviosa, espero tener la oportunidad de estar con Carlo, ¡son dos días en una casa de la montaña!- da saltitos, emocionada.
Me limito a sonreír como puedo. Yo también quiero lo mismo. Es horrible estar enamorada de la misma persona que tu mejor amiga, el problema es que yo ya la he traicionado. Carlo y yo estamos juntos, a escondidas, pero lo estamos. Andamos hacia la plaza, riendo y hablando de tonterías.
-Buongiorno- nos sonríe Marcello, el padre de Carlo, desde el coche.
-¡Ciao!- saludamos subiendo en la parte de atrás. 
En el asiento del copiloto está Carlo, que nos sonríe con esa sonrisa de infarto. Me siento detrás de Carlo. Éste me mira a través del retrovisor exterior, buscando mi mirada. Nuestros ojos se encuentran y sonríe. Aparto la mirada hacia la ventana y observo la carretera. No puedo evitar ruborizarme al notar su mirada en mí. Sigo mirando hacia la carretera, ignorando sus ojos verdes. Me está poniendo nerviosa. Suspiro. Miro al frente y me encuentro con sus ojos, sonrientes. Sonrío como una estúpida.
-Mara, ¿por qué sonríes?- ríe Carolina.
-Porque tengo ganas de llegar- intento volver a sonreír de forma que parezca creíble mi respuesta.
Carlo se remueve en su asiento, buscando una mejor posición. Bajo la mirada, mirándome la punta de los pies. 
Media hora más tarde. Hemos llegado. Bajamos del coche con las mochilas a cuestas. La casa rural es enorme. Es toda de madera, de dos plantas, con un grande porche en la parte de delante. Caminamos detrás de Carlo.
-Subid conmigo, iremos a las habitaciones- me mira una vez estamos arriba- Mara, Carolina, aquí dormiréis vosotras, yo estoy en la habitación de al lado.
Entramos en la nuestra. Hay dos camas, una en cada lado. Al fondo un gran armario de madera oscura y una gran ventana que da a la parte trasera de la casa. Se escuchan risas. Llaman a la puerta. Abro.
-Mara- me mira- poneos el bikini que vamos a ir a la piscina, no hace falta que cojáis toallas- y baja las escaleras.
Se lo digo a Carolina, que no tarda nada en buscarlo en su mochila. El suyo es naranja, con un estampado de flores en tonos marrones, que potencia su piel que está ya un poco bronceada. El mío tiene la parte de arriba con la forma de un sujetador, con un estampado de rayas de muchos colores, la braguita es de los mismos colores, con lazos a los lados de la cadera. Yo no estoy tan morena como Carolina, yo siempre he sido más blanquita, pero igualmente el bikini no me queda mal. Me pongo un pantaloncito conto de color negro encima, al igual que Carolina, pero el suyo en marrón, y bajamos las escaleras que dan al comedor. Una vez abajo, vamos hacia el gran ventanal que da a la parte trasera y salimos al patio. En la piscina hay unas cinco personas, riendo y haciéndose ahogadillas. En el borde de la piscina está Carlo, sentado al lado de tres chicas. Al fondo hay unas tumbonas, ocupadas por un grupo de chicas con pareos. También hay una barbacoa. Dos chicos altos están encendiendo el fuego. Saludamos a varia gente y vamos a donde está Carlo. Las chicas nos miran de arriba abajo y sonríen entre ellas. 
-Chicas, os quiero presentar a mi hermano- dice Carlo levantándose del borde de la piscina. Caminamos a su lado hacia la barbacoa- ¡Davide!- el chico más alto se gira y nos mira sonriente-. Te presento a Mara- le doy dos besos- y a Carolina- lo mismo.
Se parece al padre de Carlo. Tiene unos ojos grandes marrones y una sonrisa como la de su hermano, de infarto. Había oído hablar de Davide en otras ocasiones. Se fue de casa en cuanto acabó los estudios, para irse a estudiar a Roma. Tiene tres años más que nosotras. Años atrás le veía de lejos, pero ya no me acordaba de cómo era, igualmente ha cambiado, se ha hecho más hombre. 
-¿Queréis algo de beber?- dice Carlo, acercándose a la pequeña barra. 
-Sí, por favor, hace calor- dice Carolina, recogiéndose su larga melena en una coleta alta. Va con Carlo hacia la barra y me deja a mí con Davide.
-Hacía tiempo que no te veía- ¿se acuerda de mí? Nos sentamos en el borde de la piscina.
-¿Te acuerdas de mí?- pregunto curiosa.
-¡Para no acordarme! ¿Recuerdas cuando fuimos todo el colegio a la playa? Casi te ahogas, menos mal que te vi y te saqué del agua- ríe.
-Dios…-me ruborizo. ¡No me acordaba de eso!- Che vergogna! Mamma mia!- río, tapándome la cara con las manos.
-No importa- ríe-. Ha pasado mucho tiempo- me sonríe, mirándome a los ojos- ¿Quieres champagne?- asiento. 
Davide se levanta y vuelve con dos copas. Me entrega una de ellas.
-¿Brindamos?- sonríe.
-¿Por qué?- pregunto curiosa.
-Por el destino- ríe.


¡Hola! ¿Cómo va el verano? Por desgracia ya queda poco para que se termine, pero hay que disfrutar lo que queda. 
Os quería recomendar un blog, que se ha propuesto un RETO! Consiste en llegar a los 40 seguidores, espero que os paséis, es un fanfic, seguro que os gusta :) ¡Aquí os dejo el enlace! http://elmeucrepuscle13.blogspot.com.es/

2 comentarios:

  1. que bonito capitulo*_* ajaa..se han vueltooa encontrar :) tal vez es verdad que el destino los ha vuelto a unir jejje
    saludoos::*
    PD: gracias otra vez por poner lo de mi blog, jaja ya falta menoos:)
    http://elmeucrepuscle13.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  2. Oye, pues está bien lo del cuñado, en la casa esa de Heidi y el abuelito.
    Que coincidencia, lo de la piel blanca de Mara, bueno dile que no se obsesione ;)

    ResponderEliminar