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domingo, 21 de diciembre de 2014

Dieciséis días

Solamente habían pasado dieciséis días desde la última vez que le vio y ya se sentía vacía. El recuerdo no lo llenaba con un par de sonrisas de esas que solo él era capaz de obsequiar y por mucho que quemaba toda la energía posible en encontrar alternativas para poder hacer más llevadera la espera, su corazón parecía no cobrar vida si él no estaba. Maldita manía que tenía la soledad de cobijarla cuando sus brazos no estaban cerca para proporcionarle calor...
Se sentía perdida en la agridulce sensación de poder disfrutar de su presencia a temporadas, sensación que se alimentaba de sus besos, pero estos no cumplían la dosis necesaria para alegrarle el resto del mes hasta que volviese a verle. Necesitaba aferrarse a él, sentirle de nuevo y sentirse a sí misma aprovechando todos los segundos de los que disponía a su lado. Le necesitaba a él, simple y llanamente, pero el alma no conocía el significado de la espera e, impaciente, seguía deseando escuchar su voz sin que se tratase de un difuso recuerdo.
Pero le quería demasiado como para dejarle ir; y si lo hiciese no se lo podría perdonar jamás.

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¡Personitas! Siento muchísimo estar tan ausente, he estado muy liada con la universidad, espero poder pasarme por vuestros blogs como hacía antes, ¡porque os echo muchísimo de menos!
Espero que lo paséis genial estas navidades, ¡felices fiestas!
¡Un beso muy muy muuy grande!

7 comentarios:

  1. Me gustó mucho el relato :) nos estamos leyendo! felices fiestas :)

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  2. La espera es mala, muy mala.
    Pero mucho peor es saber que es una espera eterna, que aunque esperemos él no va a volver.
    No debe dejarle ir. Amar a alguien es difícil, porque hoy al amor no se le da importancia. Que se aferre, aunque tenga que esperar más de la cuenta. Seguro que merece la pena.

    *abrazos
    y felices fiestas*

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  3. ¡Hola, Sonia! :)
    Yo también he estado muy líada, es normal en estas épocas. Precisamente por es me alegro mucho de haber sacado un huequito para poder regresar por aquí, echaba mucho de menos entrar a este hermoso rinconcito.
    La entrada es preciosa, me encanta la manera en la que hablas de esas ausencias que parecen eternidades, del vacío que se queda cuando él no está. Lo malo es que esas esperas realmente sean eternas, porque acaban destrozándote el alma por completo.
    Ha sido un placer regresar, en serio.

    Un abrazo, ¡que seas muy feliz y que pases unas Navidades geniales! <3

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  4. ¡Holiiiiiiiiiiiiiiiiiiii! Ains... Has definido perfectamente ese sabor agridulce cuando estoy con mi chico y cuando dejo de estar sin él. Ese sentimiento que se me queda, y ese calendario que voy mirando para calcular cuantos días me quedan para verle y que me parecen una eternidad. Eso no son 24 horas... ¡Son 24 eternidades! Ya sabemos que la distancia es enemiga de muchas personas, la maldita nos devuelve ese odio que le tenemos con esas ausencias que necesitamos.

    Espero que todo te esté yendo bien en la Universidad, yo también hacía mucho que no me pasaba por estos lares y como bien dices se echan de menos de vez en cuando.

    ¡Un beso y Feliz Navidad!

    Little Liar

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  5. Te comento que con motivo de estas fiestas hemos creado un concurso de relatos en nuestro blog, ¿te animarías a participar? Pásate ;): http://lasvigilantesdesuenos.blogspot.com.es/2014/12/sorpresa-navidena.html

    Besos

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  6. Por seguir enamorandome con tus palabras un año más.. feliz 2015 bonita.

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