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lunes, 3 de septiembre de 2012

Amarrado a ti Capítulo 37




Al día siguiente...
 
Abro los ojos de golpe y me sobresalto. El sol entra por la gran puerta de cristal, iluminando el salón. Recuerdo lo que pasó ayer, me estremezco. Subo las escaleras, en busca de algo que ponerme, todavía llevo el bikini. Me pongo otro de color azul claro y una camiseta blanca de tirantes encima, junto a unos pantalones tejanos hasta medio muslo. Carolina no está en la habitación. ¿Dónde se habrá metido? Bajo a la cocina, en busca de un poco de leche, pero tampoco hay nadie. Saco un cartón de leche de la nevera y lleno un vaso. Me lo bebo tranquilamente, sentada en un taburete. Lo llevo a la fregadera y salgo al patio. Davide está en la barbacoa, hay algunas personas en la piscina bañándose y otras tomando el sol. 
-Davide, ¿dónde está Carolina?- le pregunto.
-Me dijo que se iba a dar un paseo por los alrededores, ya pronto vendrá, ha salido con Mauro.
-¡Ah, OK! Gracias- digo alejándome.
-Mara, ¿estás bien?- dice preocupado.
-Sí, gracias- sonrío, entrando de nuevo al salón. 
Subo las escaleras, pensando en Carolina. Algo me dice que va a pasar algo entre Mauro y Carolina. Ya le preguntaré a ella. Subo hasta la terraza y salgo afuera. El viento me alborota el pelo, pero no hace frío, se está bien, camino hasta la barandilla. Se ve toda la montaña, las vistas son increíbles. Saco mi mp4 del bolsillo y le doy al “play”. Suena “il regalo più grande” de Tiziano Ferro. Nuestra canción. 
La tarareo con los ojos cerrados. Es tan bonita... 
-Mara, ¿mi perdonerai?
-¿Debería?- me quito un auricular. No recibo ninguna respuesta-. No hace falta que respondas, no, no debería perdonarte. Vuoi sapere perchè?- no contesta-. Porque eres un imbécil- le doy una bofetada y me voy.
-Mara, ti amo! Perdonami!
-Vete a la mierda, stronzo!- le levanto el dedo corazón, a la vez que entro a la casa- Bugiardo!
Bajo las escaleras y voy hacia mi habitación, llorando, dejándome caer sobre el colchón. 

Actualidad. Al día siguiente, en un bar, a las seis de la tarde (Darío)
 
-Darío, dentro de cinco minutos vendrá mi hija para ensayar contigo la canción que cantaréis juntos el viernes por la noche.
-Está bien, pero, ¿quién se va a quedar a cargo del local durante el tiempo del ensayo?
-No te preocupes por eso, yo me encargo- sonríe, dejándome solo en el estudio.
Saco mi guitarra, me coloco bien el gorro y empiezo a probar acordes, no sé qué canción vamos a tocar, pero de mientras, voy a ir ensayando para la universidad. 
 -A la terra humida escric, nena estic boig per tu... Em passo els dies esperant la nit...- Tarareo. Escucho cómo la puerta se abre y entra alguien al estudio.
-Hola, ¿tú eres con quién debo cantar el viernes?- dice una voz femenina bastante conocida. Me sobresalto al escucharla hablar y paro de tocar, avergonzado.
-Sí, soy yo- digo girándome para que me vea.
La chica de pelo castaño se queda parada, mirándome sorprendida y veo cómo se le suben los colores. 
-Darío, te presento a mi hija, Giulia- dice Donato entrando al estudio. La miro un instante, con un intento de indiferencia-. Bueno, os dejo para que vayáis ensayando, que quiero que la noche del viernes sea perfecta, la canción la he escogido yo, espero que os guste- dice alejándose.
Los dos nos quedamos en silencio. Giulia se quita el abrigo y lo deja encima de la batería. Saca de su bolso unas partituras y me entrega la mitad de ellas. “Forever Young” de Alphaville. La toqué hace unos años en el instituto. La partitura no es muy difícil, creo que saldrá bastante bien si la ensayo.
Me siento bien en el taburete y empiezo a tocarla, dejándome llevar por las notas en mis dedos. 
-Let's dance in style, let's dance for a while heaven can wait we're only watching the skies hoping for the best, but expecting the worst, are you gonna drop the bomb or not?- Empieza a cantar flojito Giulia a la vez que yo voy tocando. Yo la sigo y acabamos cantando los dos juntos el estribillo. 
Está sentada a mi lado, inmersa en la partitura. Es muy guapa. Recuerdo lo que pasó el viernes y me arrepiento de haberle hecho eso, debo pedirle disculpas, los dos estábamos borrachos y nos dejamos llevar sin pensar en lo que podría ocurrir después. Toco los últimos acordes y respiro hondo, dejando el estudio en silencio de nuevo. Ha quedado muy bien y sólo la hemos tocado una vez, estoy muy sorprendido. Giulia mira al frente, sin saber qué decir, enseñando una leve sonrisa. 
-Perdona- susurro, entre dientes. Giulia me mira arqueando una ceja.
-¿Por qué?- pregunta sin entender-. Lo has hecho bien.
-No me refiero a la canción- hago una pausa-. Perdona por lo del viernes- Giulia agacha la cabeza y mira al suelo.
-No tienes por qué pedirme perdón, pasó y ya está, tú no tienes la culpa- me mira a los ojos, diferente, sincera.
-Es que me siento mal, ¿tú te arrepientes?- tarda en contestar.
-Digamos que fue extraño- se aparta el flequillo con un ágil movimiento, enseñando una sonrisa nerviosa-. ¿Tú te arrepientes?
-Digamos que fue extraño- repito su frase, soltando una carcajada. Ella también ríe.
 Sus ojos azules se clavan en los míos, inocentes, sonrientes. No puedo evitar sonreír. Me avergüenzo al pensarla en el baño del pub. Fue eso, extraño. Mis ojos se fijan unos segundos en sus labios, los que me conquistaron el viernes, en los que me dejé llevar. Siento una fuerte atracción hacia ella, desearía besarla ahora mismo. Pero, ¿qué me pasa? No, no, no… No debo pensar eso. Eso ocurrió en su momento, pero ya está. Nuestros brazos están pegados y siento su piel contra la mía. Me viene de nuevo la imagen del viernes. Me estremezco y ella lo nota. Aparta la mirada y vuelve a fijar sus ojos en la partitura. Está diferente a aquella noche, en realidad es más tímida, es como cuando la vi en la universidad, esa es la verdadera Giulia, no la del pub. 
 -¿Probamos otra vez?- dice.
¿Quiere que vuelva a ocurrir? Me sonrojo.
-La canción digo- aclara, al ver mi cara de sorpresa-. Ensayémosla una vez más- dice recolocándose en su taburete, al lado del mío. 
-Sí, claro- empiezo a tocar la melodía. ¡Qué estúpido!

¡Hola!
¿Cómo estáis? Es una pena que ya se esté acabando el veranito eh, con lo bien que se estaba jaja
Gracias por vuestros comentarios :)
¡Un beso!

7 comentarios:

  1. Bueno, decíamos de Carlo, pero Carolina tampoco se queda atrás, ¿eh? ¿Y quién es el que le habla a Mara?

    Madre mía, pones triangulos amorosos en todos lados, por cierto, te ha quedado muy bien lo del bar.

    Sólo una cosa más: ¿por qué Alphaville?

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    Respuestas
    1. ¡Ah! Perdón por no especificar, es Carlo jaja
      Y respecto a lo de Alphaville, es porque esa canción me encanta y algo antigua, ya que la escoge su padre :)

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    2. La verdad es que sí que es muy bonita :)

      ¡Y gracias por la aclaración!

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  2. "Boig per tu"... Dios, me encanta esta canción, es excelente la BSO de la historia...
    Espero que publiques pronto, ¡un beso!

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    1. Me alegro de que te gusten las canciones que pongo :)
      ¡Un beso!

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  3. Hola, siento no haberte comentado en el capitulo anterior, no pude :( así que te lo comento en este :)
    En el capitulo anterior Carlo se comportó como un autentico imbécil, pero he de reconocer que al leer este me he ablandado un poquito xD
    La canción es preciosa, adoro esa canción!!
    Me encanta que pongas partes en italiano en los diálogos :)
    Muchas gracias por pasarte por mi blog, cielo!!
    Besos!!
    Raquel xx

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  4. hola! ME encantó el capi y gracias por la aclaracióon xd, k lioo me haciaa jejee
    tienes premio en mi bloog:) pasate jeje
    saludos y un besoo!!::*

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