Traducir

lunes, 11 de junio de 2012

Amarrado a ti Capítulo 25


¡¡¡Hola!!!
Éste es un capítulo muy muy especial para mí, me encantó escribirlo, es una de las escenas más bonitas que he escrito y espero que os guste tanto como a mí :) Y me da pena decirlo pero... se acerca el final, ya lleváis más de la mitad, no sé cuánto se alargará, eso depende de mi imaginación jajaja ¿Que si sé cómo acabará? Pues más o menos ya sí y espero que os guste :) No estoy diciendo que se vaya a acabar ya, todavía queda mucho por ver, pero todo tiene un final, pero bueno, quiero que ese final lo disfrutéis como yo cuando acabe de escribirlo :) ¡Un beso muy muy grande a todos!

Ríe, moviendo la cabeza de un lado a otro, al ver mi reacción de niña tímida.
-¿De qué te ríes?- digo buscando sus ojos, como si no supiese nada.
-No me estoy riendo-dice aguantándose-. Sólo sonrío- y sonríe, provocándome una especie de cosquillas en la barriga con la punta de los dedos.
-¡Para, para!- grito, intentando apartarme de él como sea-. Y no te despistes, que estás conduciendo-digo con la voz entrecortada.
-Ya estamos llegando- dice buscando aparcamiento.
Me siento bien en el asiento, colocándome bien la camiseta que se ha descolocado con el movimiento.
Es inevitable mirarle, desprende tanta magia… Su sonrisa me pierde, hace que todo sea perfecto, no puedo evitar sonreír como una tonta.
-¿Y tú?
-¿Yo qué?- digo sin entender nada.
-¿Que por qué sonríes?- dice mirándome de reojo.
Se ha dado cuenta, río como una estúpida, como una niña pequeña que le han pillado haciendo una trastada. Esquivo su mirada, encogiéndome de hombros. Sin decirle que él es la razón por la que sonrío. Pablo suelta una carcajada al ver mi respuesta. Encuentra un sitio libre y aparca sin pensárselo dos veces. La música se para de golpe, dejando al cantante con la palabra sin acabar y bajamos. El sol luce encima de nosotros. Ayer hacía frío y hoy hace calor, no hay quien lo entienda. Caminamos, entre la gente, hasta llegar al Palau Sant Jordi. Después de mucho esperar conseguimos entrar. El concierto empezará dentro de cinco minutos. Las luces del pabellón lo hacen todo aún más espectacular. Nuestras manos están enlazadas. Estamos muy cerca del escenario, podremos verlos de cerca. Miro a mi alrededor, hay gente de todas las edades, pero sobretodo jóvenes, muchos más pequeños que nosotros.
Entonces las luces se apagan, nos quedamos a oscuras. Me agarro con fuerza a su mano, quizá por el entusiasmo. Unos acordes empiezan a sonar y la reconozco. Las luces del escenario azules se encienden, dejando paso al grupo de chicos. “Cosas que suenan a…”. Miro a Pablo y sonreímos a la vez que cantamos, junto con los demás fans.
“Verás a mí lo que me va es contarte primero
Que yo soy todo lo que piden
Las princesas que yo quiero
Si llueven pájaros mojados
Tu y yo no iremos nunca donde dicen”

Me susurra Pablo al oído, provocando en mí una gran felicidad. Bailamos al ritmo de sus canciones, gritando las letras de éstas, dejándonos llevar por la alegría.
Pablo es increíble, todavía no me puedo creer que esté aquí con él. Si hubiese ido con una amiga estoy segura que no me lo pasaría igual, él es especial. Pasa su brazo por mi cintura y me atrae hacia él, haciendo que nuestras caderas choquen suavemente. Le dedico una sonrisa. La canción se acaba y las luces se apagan un poco, creando un ambiente más tenue. Le miro a los ojos, que brillan bajo la escasa luz y sonríe, con esa preciosa sonrisa que sólo él sabe hacer. Me da un beso en la mejilla, haciendo que me sonroje, pero no se percata de ello, gracias a la falta de luz, en este momento lo agradezco. Empieza a sonar otra canción, ésta más lenta, parece que esté hecho a propósito. (es la canción del video) 
“Con trocitos, de lo verde del jardín,
hace enteras las mitades,
y las pega para mí...”
 
Le abrazo. No se lo esperaba y sonrío ante su mirada de sorpresa. Él pasa sus manos por mi cadera, acercándome más a él. Nuestras caras a escasos centímetros. No puedo apartar mi mirada de esos ojos casi negros que me miran felices. Nuestras narices se rozan.
 
“Y con tanto y con tan poco,
se hizo grande la ilusión,
se acercaron las distancias,
dejamos clara la intención...
de ser todo, lo que somos
el dos en uno, y uno en dos...”
 
Sonreímos a la vez al escuchar la canción. La ilusión… Yo tengo mucha en estos momentos. Bailamos, moviendo nuestros pies, al ritmo de la canción. ¿Será nuestra canción? Me pierdo en sus ojos. Me siento como en una nube, sigo sin creérmelo. Espero que no sea un sueño. Siento su respiración nerviosa demasiado cerca, pero realmente creo que yo estoy aún más nerviosa. ¡Estoy como un flan! Me siento estúpida, no sé qué hacer. ¿Debería lanzarme? Sí, debería. Buf… Pablo se acerca un poco más a mí y se queda justo a punto de rozar mis labios con los suyos. Trago saliva, esperando. Pero se queda así, mirándome y susurrando la letra.
 
“Y yo te lo cuento y tu no me crees,
cierra los ojos,
dime que ves”
 
Me quedo inmóvil, asimilando lo que está ocurriendo. Está serio, pero no enfadado, sus ojos lo dicen todo. Está como yo, indeciso. Sonrío, ante la curiosa escena. Él también sonríe, viendo que estoy a gusto con él. Nos miramos a los ojos, felices y ansiosos por lo que puede ocurrir de un momento a otro. Mis manos rodean su cuello con delicadeza, sus brazos sujetan mi cintura, evitando que pueda apartarme de él. Me muerdo el labio inferior, deseosa. La canción se está acabando, no quiero que termine, me encanta. “Con trocitos” se llama. Él sonríe de nuevo, provocándome un escalofrío. Se acerca un poco más, nublando mi vista. Sus labios se posan sobre los míos, al fin. Cierro los ojos, dejándome llevar por el momento, ahora perfecto. Dejo que me bese una vez más, ésta más intensa. Acaricio su pelo corto con los dedos,  deslizándolos suavemente, él sigue besándome apasionadamente. Para un instante, para mirarme a los ojos. Sus ojos brillan, con un destello diferente, especial. Es inexplicable lo que siento en este instante. Es algo muy fuerte, sabía que era especial, pero ha crecido de manera descomunal, le ha dado fuerza a este sentimiento, lo ha fortalecido, creando una gran confusión en mi cabeza, hecha un lío ahora mismo. Pablo me agarra con fuerza y me eleva, obligándome a cruzar mis piernas alrededor de sus caderas. Sin parar de besarle sonrío, entre beso y beso. Me aferro a su cuello con fuerza para no caerme hacia atrás. La música cesa y la gente aplaude incansablemente. Siento como si el aplauso fuese para nosotros, en el momento adecuado. Él se da cuenta de mi pensamiento y ríe entre dientes. Me siento la mejor persona del mundo a su lado, ha sido increíble, esta tarde será inolvidable, y todo gracias a él. Me hace sentir tan bien… “Porque a veces se cruzan dos ríos…”
Le doy un beso rápido antes de que empiece la última canción “Por eso”. Él sonríe al reconocerla. 
“Vivo y por eso me tumbo en las piedras
mirándote hasta el mediodía
Si me acompañas no tengo,
por eso ni hambre ni frío, ni miedo ni sueño
Vivo y por eso tumbada en la hierba
mirándome hasta el mediodía
No tengas si estoy contigo
ni hambre ni frío, ni miedo ni sueño”
 
Estoy muy feliz y salto, desgarrándome la voz, gritando esa letra, sin soltarme de la mano fuerte de Pablo, que me mira entre risas ante mi graciosa reacción. Su beso me ha dado mucha fuerza, me ha dado vida, ha despertado ese sentimiento que pensaba que estaba durmiendo bajo el colchón de mi habitación, con un sueño profundo difícil de despertar. Él lo ha conseguido, ha hecho que vuelva a sentir… ¿amor? Ahora mismo no importa, me siento bien conmigo misma, algo que hacía tiempo que tampoco sentía. Eleva su brazo, obligándome a dar una vuelta sobre mí, entre sonrisas cómplices, como si estuviese posando para él, enseñando mi modelito, acabando el movimiento con un regalo de lo más dulce. Un corto beso de sus apetecibles labios. Esto parece irreal. Me aferro a su cuello con las manos y le sorprendo con un nuevo beso, muerdo delicadamente su labio inferior, produciendo un cúmulo de deseos, algunos salvajes. Su respiración entrecortada impide que su boca pueda soltar palabra. Pablo me besa con más intensidad, subiendo unos grados la temperatura de nuestros cuerpos. Saboreo sus labios una vez más, provocando un deseo de más en todo mi ser. 
Pero hay algo dentro de mí que se ha despertado, que me dice que tenga cuidado, una luz de alerta me avisa de que pare. Me aparto un poco, de forma delicada, de manera que no se percate de mi pequeña preocupación. Intento sonreír, al ver su mirada atónita. La música cesa, después de las últimas notas graves de una guitarra y salimos entre el gran grupo de gente que va en la misma dirección que nosotros. No cruzamos palabras, caminamos sin expresión, entre gritos de alegría de todas esas personas. Nosotros estamos serios, me siento extraña, no me atrevo a mirarle por miedo a ver decepción en esos ojos increíbles. 

6 comentarios:

  1. ¿Qué ha pasado? ¿Qué pasa al final?
    y una cosa más, con las ìernas rodeando sus caderas, ¿significa que estaba colgada de él como un mono?

    ResponderEliminar
  2. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA(me río por el comentario de "Él" me ha echo gracia lo del mono, jajajaja ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAAAA *___________________* HA SIDO ESPECTACULAR, precioso, :) sabes? creo que se por que se a puesto tensa, por la "novia" de Pablo, a que si? Dios, como que queda poco? me va a dar algo, prometeme que escribirás otra historia si acabas esta, por favoooor, te lo suplico, enserio. Dios, me ha chiflado un beso enooooooorme :)

    ResponderEliminar
  3. jajajaja digamos que es como... un abrazo de "mono" sí jajajaja muchas gracias Julia :D Aaaah... Ya lo verás en el próximo capítulo jaja
    ¡Gracias a los dos por comentar!

    ResponderEliminar
  4. Oh-My-Gosh!!
    Pero que pasa que una se va a estudiar un par de semanas y aquí pasa de todo?? Hahahaha me has matado por completo... Tres capítulos maravillosos, siento no haber comentado antes, pero ya sabes estoy de exámenes :$
    No me lo puedo creer, los dos se han liado con otro!! o.O Me muero de intriga por saber el final, pero tampoco quiero que se acebe... jooo :( hahahaha parezco una niña pequeña... pfff....
    Bueno, Un besoooo

    Alex ;)

    ResponderEliminar
  5. OOH, que pena que no pueda seguir leyendo más.
    Me está encantando, que extraño eso que le ha sucedido de repente a Aroa :S
    Besos, Amanda.

    ResponderEliminar