Hoy te he vuelto a ver. He vuelto a ver lo que hace dos años deseaba. Los dos hemos cambiado, para qué voy a negarlo. Ni yo estoy igual y realmente me alegro. Me alegro de no tener la misma forma de pensar, de que las experiencias me hayan cambiado de alguna forma. He sentido algo raro cuando he visto tu coche aparcado, pero cuando el sentimiento ha crecido ha sido cuando te he visto dentro. Estabas arrancándolo y has mirado al frente, donde yo estaba. Llevabas tus gafas negras puestas y no te he podido ver los ojos. He entrado al mío y he respirado hondo. Todo el trayecto hasta a casa no he podido evitar mirar hacia el pasado. Esos momentos en los que deseaba volverte a ver, que me dijeses un "hola", esos momentos. Al bajarme del coche, el viento me ha dado un golpe seco en la mejilla, volviéndome al presente. Es increíble cómo cambian las cosas, cómo ese sentimiento llega a apagarse con el paso de los días, duros al principio, pero cada vez más soportables. Y lo único que he hecho ha sido sonreír, sonreír al ver que ya no siento nada, que he conseguido pasar página, que me he enfrentado a mi peor pesadilla, volverte a ver.
domingo, 26 de febrero de 2012
Volverte a ver
Hoy te he vuelto a ver. He vuelto a ver lo que hace dos años deseaba. Los dos hemos cambiado, para qué voy a negarlo. Ni yo estoy igual y realmente me alegro. Me alegro de no tener la misma forma de pensar, de que las experiencias me hayan cambiado de alguna forma. He sentido algo raro cuando he visto tu coche aparcado, pero cuando el sentimiento ha crecido ha sido cuando te he visto dentro. Estabas arrancándolo y has mirado al frente, donde yo estaba. Llevabas tus gafas negras puestas y no te he podido ver los ojos. He entrado al mío y he respirado hondo. Todo el trayecto hasta a casa no he podido evitar mirar hacia el pasado. Esos momentos en los que deseaba volverte a ver, que me dijeses un "hola", esos momentos. Al bajarme del coche, el viento me ha dado un golpe seco en la mejilla, volviéndome al presente. Es increíble cómo cambian las cosas, cómo ese sentimiento llega a apagarse con el paso de los días, duros al principio, pero cada vez más soportables. Y lo único que he hecho ha sido sonreír, sonreír al ver que ya no siento nada, que he conseguido pasar página, que me he enfrentado a mi peor pesadilla, volverte a ver.
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¡Pues ahora a buscarse otro, que el tiempo vuela!
ResponderEliminarAdemás si tardas dos años para olvidar a uno..., mejor dáte prisa.