Ese juego en el que siempre gana el recuerdo

Un descomunal escalofrío recorre sus rodillas y su cuello, entumeciendo su cuerpo. Siente las yemas de sus dedos índice y corazón recorriendo su brazo izquierdo como si estuviese tocándola. Su mandíbula se tensa al sentir su frío aliento en la nuca como si lo tuviese a escasos centímetros de ella. Siente un dolor profundo en el hueco que antes ocupó su corazón, como si después de tanto tiempo le hubiese devuelto lo que un día se llevó con él.
-¿Cómo te atreves a volver después de tanto tiempo?- se gira bruscamente, esperando encontrarse sus ojos tras ella.
Una ráfaga de viento golpea sus pómulos con firmeza en medio de la calle desierta al voltearse. A lo lejos, un pájaro silva una especie de melodía... Su rostro tiene una expresión de shock, con una falsa sonrisa dibujada, sarcástica. Por un momento siente miedo, pero se arma de valor e intenta acariciar su mejilla.
Vacío. El aire se cuela entre sus dedos sin poder sentir su piel, y siente un gran vacío. Creía que era real, qué idiota. Resopla, desesperada de que siempre le ocurra lo mismo y aún así caiga día tras día en ese juego en el que siempre gana el recuerdo.

"Te odio... 
Por los días que has estado sin estar... 
dentro de mí..."