De pequeña nunca le había llamado la atención unas hojas de un libro. Eran simples papeles enlazados en los cuales había plasmadas historias absurdas que entraban como lecturas obligatorias en cada nuevo curso. No había cosa más aburrida que leerse un capítulo a la semana de aquel libro que ni la propia biblioteca recordaba que existía. ¿Por qué debía quedarse mirando esas oraciones simples que parecían no acabarse nunca? Prefería quedarse mirando los dibujos mientras merendaba un par de galletas. En ocasiones, incluso, había releído la misma página miles de veces seguidas y no acababa de entender quién era el sujeto que movía toda aquella acción. ¿A quién había invitado aquel John a su fiesta de cumpleaños? No le interesaba saberlo, pero la profesora al día siguiente le haría la misma pregunta y no sabría qué responder.
Mas todo cambió cuando un día, paseando por el centro comercial, divisó un libro de tapa verde que le llamó la atención. Además, apenas tendría unas doscientas páginas, por lo que leerlo sería fácil. Su tía decidió regalárselo para su cumpleaños y por una vez en su vida no se lamentó al ver que su regalo no sería la última muñeca salida a la venta. Cambió su manera de ver la vida, de pensar y de opinar sobre su alrededor.
Ya no soñaba con princesas ni gatos azules voladores, había aprendido a ver todo desde una perspectiva mucho más real, se había sentido identificada con la protagonista. En efecto, aquel libro la había marcado.
Y todo fue una carrera a partir de ese momento, los libros formaron parte de ella y de su estantería, ocupando sitio también en su corazón. Y fue entonces, cuando decidió escribir ella, crear su propia historia, hacer real aquel proyecto que no paraba de dar vueltas por su cabeza pidiendo ser leído por alguien más. Quería salir a la luz y ella no encontró ningún modo más que crear su propio blog.
Gracias a aquella decisión, conoció la verdadera esencia de la escritura, se sintió realizada, y subió aquel escalón que tanto miedo le daba. Le dio al botón de publicar y se fue a dormir, hasta que, un par de días después, a su correo llegó una sorpresa, tenía su primera entrada comentada.
¡Hola! Me ha encantado escribir esta entrada y sí, es personal, aunque no esté escrita en primera persona. Fue así como me di cuenta de que me gustaba leer y escribir, fue así como conseguí encontrarme a mí misma :)
Gracias por vuestros comentarios ¡Un beso muy muy muuy grande! <3