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viernes, 26 de febrero de 2016

AVISO IMPORTANTE

Chicos, os aviso de que me he cambiado de blog y he abierto uno nuevo.
¿La razón?
Necesitaba cambiar de aires.
Sé que he estado mucho tiempo ausente y lo siento mucho, espero que con el nuevo blog todo vuelva a la normalidad. Este tiene muchos fantasmas dentro ya y necesito dejarlos atrás.
Así que si me queréis seguir leyendo, solamente tenéis que ir a este enlace: /http://incendiosdenieveentrecaricias.blogspot.com.es
¡Muchísimas gracias, personitas!
¡Os espero!

martes, 11 de agosto de 2015

Una bala perdida hecha a mi medida

Vacío. 
Es la única palabra que encuentra para describir la sensación que se ha apoderado de su cuerpo. 
Tantea entre planes absurdos, sin sentido, en busca de algo que entretenga su pensamiento por un mísero instante.
Pero nada le es útil. Sigue teniendo en mente los momentos vividos unos días atrás, unos momentos que jamás va a poder substituir por mejores. Después de un año él sigue siendo su razón de vivir, quien posa sonrisas en su rostro, el que la destruye sin querer. Porque él es la mayor contradicción que ha pasado por su vida... y que se ha quedado en ella. 
.Ausente como sólo él sabe ser, distraído como quien vive en las nubes, y ardiente como el fuego abrasador. Aunque en ocasiones sea solamente ceniza arrastrada por el viento. 
Y ella lo espere, creyéndolo bumerán. 
Porque sabe que volverá, está acostumbrada a esperar, al vacío de su ausencia veinticuatro siete a pesar de que escuche su voz de vez en cuando. Esta suena lejana, pierde la esencia que la ha caracterizado siempre e incluso a veces se pierde en la distancia que los separa cada día más. 
Se pregunta cuál es la razón que la mantiene ahí, con los nervios a flor de piel y la esperanza de un nuevo mensaje que le devuelva la fe en el amor que siente por él. 
Y sigue odiando esa sensación desoladora.
Y todo se resume a eso.
Vacío.

Porque te quiero demasiado, y eso no puedo evitarlo.
Y te echo de menos aunque te tenga en cierta medida.

jueves, 26 de marzo de 2015

Perfección

Una sonrisa en el momento perfecto es una sonrisa perfecta, pero la perfección en su máximo esplendor solamente es posible conseguirla a través de la tuya. Porque la unión de ambas produce lo inesperado, un cambio de actitud y de mentalidad, un camino a rebosar de optimismo. A pesar del instinto suicida, los hechos parecen sacados de un cuento con final feliz, y es que tú eres capaz de convertir aquello tan destructivo en una rutina de lo más deseada. Has conseguido cambiarme aunque aún no lo sepas, aunque quizá no lo sepas nunca; porque no me atrevo a dejar en tus manos el arma asesina, aun sabiendo que no me harías daño. Sé que me quieres, incluyendo mis ataques de histeria y mis dudas constantes, y eso es algo que aprecio y apreciaré siempre, ya que yo te quiero hasta rabiar. Pero mis peores miedos, mi talón de Aquiles, no puedo sacarlos a relucir, o me sentiré perdida, atada completamente a ti aunque ya lo haga voluntariamente. 
Quizá es esta contradicción la que me lleva a escribir todo esto, a hablar de ti y de mí, de nuestras diferencias, del lazo irrompible que has creado a mi alrededor. Porque la perfección es el sentimiento que produces en mí, que fluye por mis venas alborotado y que aparece en mis sueños más profundos. 
Perfección...
El sentimiento que refleja tu sonrisa cuando estás conmigo.
El sentimiento que refleja mi sonrisa cuando estoy contigo. 

Untitled | via Tumblr

martes, 6 de enero de 2015

Nunca, ahora y siempre

Tu mano recorría mi espalda, lentamente, como la suave brisa de una noche de verano, cálida y dulce como tu sonrisa. Deseaba que acariciases cada una de las vértebras de mi columna y que estas se sintiesen atrapadas entre tus dedos... Indescriptible sensación que se apoderaba de mí poco a poco. Se deslizaba con cuidado, pero firme, sabías que cada movimiento era capaz de proporcionarme mil y un escalofríos que rogaban que te quedases cinco minutos más.
Pero te me ibas y yo no podría evitarlo. Ni ahora ni nunca.
Estábamos destinados a echarnos de menos todos los días, a soñar con un futuro mejor y a recordar nuestros besos en madrugadas de insomnio. Porque por mucho que te rogase quedarte conmigo, solamente conseguía complicar más la situación en la que nos encontrábamos. 
Estaba enamorada de ti hasta las trancas, y a pesar de los millones de obstáculos que se presentaron desde el primer momento, lo seguiría estando. Jamás pensé que se podría querer a alguien hasta tal punto de saber con certeza que no podría haber nadie mejor, pero tú lo eras. Tú eras esa persona capaz de romper esquemas y acabar con los principios que regían mi vida. 
Porque no necesitaba más motivos para quererte.
Y te querría. Ahora y siempre. 

Tumblr

domingo, 21 de diciembre de 2014

Dieciséis días

Solamente habían pasado dieciséis días desde la última vez que le vio y ya se sentía vacía. El recuerdo no lo llenaba con un par de sonrisas de esas que solo él era capaz de obsequiar y por mucho que quemaba toda la energía posible en encontrar alternativas para poder hacer más llevadera la espera, su corazón parecía no cobrar vida si él no estaba. Maldita manía que tenía la soledad de cobijarla cuando sus brazos no estaban cerca para proporcionarle calor...
Se sentía perdida en la agridulce sensación de poder disfrutar de su presencia a temporadas, sensación que se alimentaba de sus besos, pero estos no cumplían la dosis necesaria para alegrarle el resto del mes hasta que volviese a verle. Necesitaba aferrarse a él, sentirle de nuevo y sentirse a sí misma aprovechando todos los segundos de los que disponía a su lado. Le necesitaba a él, simple y llanamente, pero el alma no conocía el significado de la espera e, impaciente, seguía deseando escuchar su voz sin que se tratase de un difuso recuerdo.
Pero le quería demasiado como para dejarle ir; y si lo hiciese no se lo podría perdonar jamás.

(16) Me gusta | Tumblr

¡Personitas! Siento muchísimo estar tan ausente, he estado muy liada con la universidad, espero poder pasarme por vuestros blogs como hacía antes, ¡porque os echo muchísimo de menos!
Espero que lo paséis genial estas navidades, ¡felices fiestas!
¡Un beso muy muy muuy grande!

viernes, 14 de noviembre de 2014

Tormenta y él

Los días pasan lentos, como las gotas que corretean por el cristal, silenciosas y tranquilas, sin darle importancia al tiempo.  Ella sigue sin asimilar que de nuevo ha entrado en la amarga rutina de echarle de menos, de perderse en el silencio chirriante de no tenerle y de ahogarse en su propia lamentación. No lo ha perdido, pero se siente como si fuese así, ya que el simple hecho de no sentirle le provoca un vacío en el pecho que no tiene la intención de cesar. Y permanece, todos los días, mañana, tarde y noche, esperando oír su voz pronto. Y el dolor sigue ahí, el recuerdo de su mirada se ha clavado profundamente en su nuca, y no parece borrarse. Siempre lo encuentra en el mismo lugar.
Y sigue lloviendo. Y ella se deja empapar, quiere pactar con la lluvia el próximo día en que se reencontrará con él. Y las gotas cristalinas recorren ahora su rostro, intentando adentrarse en sus poros como lo consiguieron sus besos.
En ocasiones él es como la lluvia de mañana, mientras que ella es esa tormenta nocturna, estruendosa e impaciente.

viernes, 24 de octubre de 2014

Vacío

add a captionTodos tenemos un sueño por el que avanzamos día tras día. Un sueño grande, permanente, o a veces simplemente uno temporal, pasajero, como el deseo de que llegue el viernes o fin de mes, las vacaciones incluso. Un sueño, un objetivo que condiciona nuestras acciones. Pero en ocasiones tendemos a equivocarnos, a dejarnos llevar por espejismos, ideas engañosas que pretenden hacernos caer en medio del camino. Y en la mayoría de veces, caemos, caemos en la trampa de nuestra ingenuidad, de la maldad de los demás. Somos víctimas de nuestros propios pasos, hasta tal punto que podemos hundirnos con nuestras propias manos y enterrarnos excavando en nuestro túnel. 
Yo tengo ante mí la incertidumbre de acertar, de no saber si gano o pierdo con mi decisión, de no conocer las consecuencias de las opciones. Seguir o retroceder, esa es la cuestión. Y ninguna de las dos posibilidades me convence, solamente hay una atracción por parte de una tercera inalcanzable, imposible, pero que es capaz de hacerme desearla de una forma inigualable. 
¿Qué hacer cuando ni el caos que revolotea a mi alrededor me ayuda a enderezarlo, cuando ni la injusticia me hace poder señalar el opuesto con el dedo? ¿Qué hago cuando no sé ni qué hacer? Preguntas, miles de ellas sin respuestas útiles.
El sueño que tenías idealizado se rompe, crecen las enredaderas de los obstáculos, se distorsiona tu visión, tu perspectiva pierde el buen ángulo al que estabas acostumbrado. Todo cambia de color, se oscurece hasta tal extremo de no ver nada, de sentirte atrapado en palabras que carecen de sentido, en opiniones que cojean por la falta de experiencia. O te planteas la derrota o buscas el horizonte donde no hay luz. Dos opciones, ambas sin instrucciones a seguir. 
Y no sabes que hacer, y no arriesgas, y te pierdes en la monotonía de ti mismo.


jueves, 2 de octubre de 2014

Undécimo día sin ti.

Te has convertido en una de las razones por las que sonrío inconscientemente. Tampoco pienses que me gusta admitir que lo eres, jamás me ha parecido bien el hecho de que el rumbo de mi vida dependa de otra persona. Pero esa eres tú, y eres demasiado importante para mí como para que no me condiciones. Tu imperfecta perfección me contradijo desde el primer momento en que apareciste en mi vida por mera casualidad y sigo sin entender por qué todavía creas esta paradoja en mi alma. No quiero olvidarte, es más, sé que jamás te convertirás en un interrogante, pero tampoco quiero quererte más de la cuenta, porque el amor puede pasar factura y no quiero vestirme de cicatrices. Cada día que pasa estoy más segura de que quiero tenerte aquí, justo entre mi nuca y mi clavícula izquierda, que pierde el sentido cada vez que siente tu aliento. Porque el roce de tus labios es uno de los maravillosos placeres de la vida capaz de llevarme al tercer cielo, el único que me evade de cualquier duda y me asegura que tus labios son la mejor decisión que he tomado nunca. Pero vivimos a contrarreloj, y no quiero dejar de imaginarme contigo, aunque el límite de la felicidad pueda cruzarlo en cualquier momento y no vuelva a saber de ti. 
No caigamos en el error de perdernos, o viviré con la incertidumbre de encontrarte.

🔞

Siento haber estado tan ausente, no tengo mucho tiempo por la universidad, últimamente estoy muy ocupada y no puedo pasarme por vuestros blogs, lo siento muchísimo, porque estoy deseando leeros :(
¡Un beso muy muy muuy grande! <3

martes, 16 de septiembre de 2014

Tres días.

No puedo creerme que en tres días te voy a tener aquí, en el mismo lugar donde estuviste hace dos meses, donde dejaste huella. Nos queda poco para saciar los dolores de cabeza y de ausencia, taparemos los agujeros que los ratones dejaron en el alma. Eres la aguja que me perfora una y otra vez, intentando curar esas cicatrices que tú mismo causaste al irte, y me haces daño así. Porque tú me dueles profundamente, porque conozco las despedidas mejor que nadie y nunca han sido de mi agrado. Aun así, me toca convivir con ellas hasta que digamos basta. Y sonará contradictorio, pero no quiero terminar con esto, porque me gusta sentir la esperanza de que estás, aunque duela en la misma medida. Y pasan las horas y cuento los días, como he hecho en estos últimos cincuenta. Porque dos meses son mucho tiempo, y aunque le intentemos quitar hierro al asunto, ni el mejor de los magos hará desaparecer el maldito vacío que han dejado tus puñales ilusos. No entiendo cómo puedes sobrellevar esto sin padecer, tal vez soy yo que sufro por los dos, o que tenemos diferentes perspectivas de la vida, tú siempre eres feliz.  
Y quiero verte, joder, pero odio esta miserable rutina de tenerte a efímeras temporadas. 
Es fácil decir que es fácil vivir de este modo, lo complicado es vivir sintiendo.

Untitled

viernes, 12 de septiembre de 2014

Surrender

Estoy a siete días de ti. Solamente de pensarlo se me ponen los pelos de punta, como si me anunciasen una muerte prematura, como si fuese a perderte de un momento a otro. Sé que debería estar feliz por verte, lo estoy, créeme, pero me asalta la duda de qué ocurrirá después, si seré capaz de aguantar dos meses más cobijada en tu ausencia, durmiendo junto al vacío que dejaste entre las sábanas. Solamente he ganado el premio de pasar tres días a tu lado, y no quiero que llegue el domingo de la semana que viene con el propósito de tener que despedirme de tus labios. Es que no soy capaz de imaginarme de nuevo iniciando una semana sin ti después de haber vuelto a saborear tus besos. Tengo miedo de que sea la última vez que nos veamos, de que no podamos sobrellevar las ansias y la impotencia de querer tenernos. Lo nuestro tiene fecha de caducidad, y temo que se terminará cuando empiece lo mejor. 
Últimamente me escasean las ganas de hablar contigo, porque me duele saber de ti, no me es suficiente para sentirte cerca y me cuesta asimilar la velocidad en la que corre el tiempo. Y yo también quiero correr, y correr, y correr, y no puedo... 
Necesito tenerte sin que me duela al día siguiente, sin que dejes huella en mí.
Quédate aunque sea un rato más, no me dejes el mal sabor de la maldita despedida.